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Arte, Historia, Ciencia y Vida

La Gran Muralla China

img_4042La Gran Muralla es uno de los lugares más emblemáticos de China. Su construcción comenzó en el siglo cinco (V) antes de Cristo, y se considera completada para el siglo dieciséis (XVI) de nuestra era. Su propósito era proteger la frontera norte de China de los ejércitos invasores que provenían de Mongolia y Manchuria. Su extensión no es completamente lineal, pues se compone de múltiples segmentos que no siempre se conectan entre sí, y su longitud estimada es de 3,945 millas (para propósitos de comparación, Puerto Rico se estima en 100 millas de largo por 35 millas de ancho). Debido a que la Gran Muralla China se construyó a lo largo de más de dos mil años, los materiales de construcción y el diseño de la misma varía por segmentos. Los componentes generalmente se conseguían en las inmediaciones dónde la muralla era erigida. Los chinos usaron piedra caliza, barro, ladrillos y granito, entre otros materiales, para construir la muralla. A los largo de la misma, se construyeron torres de vigilancia y defensa desde dónde se comunicaban con humo para advertir de la llegada de invasores. La edificación fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en el 1987, al ser reconocida como la mayor obra de ingeniería militar en la historia del hombre.

Debido a que la Gran Muralla China se construyó a lo largo de más de dos mil años, los materiales de construcción y el diseño de la misma varía por segmentos.

Durante mi viaje, tuve la oportunidad de visitar uno de los segmentos al norte de Beijing, conocido como Badaling y preparado para el disfrute de los turistas. Llegué al lugar en aproximadamente una hora y media tomando un tren desde la ciudad capital. Una vez en la estación de Badaling, tomé una guagua que me llevó hasta la base del segmento de muralla. Para llegar a la misma, tomé un teleférico que culmina en el tope de una montaña con una vista espectacular. Y como en ocasiones anteriores, no pude evitar sentir un nudo en la garganta al presenciar tanta grandeza e ingenio de esa cultura. Es una de esas visiones que dejan sin palabras a quien las experimenta. Conforme me movía entre los miles de turistas para tratar de alcanzar el lugar más alto, no dejaba de maravillarme de la escala monumental de la muralla. La vista se pierde en el horizonte viendo como se dibuja una serpentina sobre las colinas que recorre tanto picos como valles. El recorrido hasta el lugar de regreso tomó casi cuatro horas por la larga distancia que hay que cubrir. Durante el trayecto, tomé muchas fotos que les comparto en la galería que acompaña este post. Si regreso a Beijing algún día (espero sea pronto), pienso volver a visitar la Gran Muralla China. Es un lugar único. Les recuerdo que pueden dejar sus comentarios y darle “Like” en Facebook si el blog es de su agrado.

 

 

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